viernes, 13 de enero de 2012

Me parece ayer. Aquí. Justo aquí.

A veces creo que me pongo pruebas.

Inconscientemente. Para ver si aún se me hace un nudo.

Y compruebo que sí.

Se me hace muy difícil abstraerme en este lugar.

Todo son estímulos. Sabores. Sensaciones. Sonidos.

No me he acabado el café aún.

¿Ves? Otra sensación más. No sé si quiero que se acabe.

Está frío. No es lo mismo que tomárselo caliente.

Ha perdido sabor, sentido...

Frío.

A estas alturas me veo obligada a pestañear más seguido de lo normal.

Mi letra se va haciendo cada vez más difícil de leer.

Me estoy haciendo pequeña aquí sentada.

Oigo el eco de algunas palabras que en su día me hicieron entonar sonrisas que no cabrían en este espacio.

Ahora me hacen abrir y cerrar los ojos a la velocidad de la luz.

He arrugado la hoja. Creo que sin querer.

Tengo las piernas entumecidas. Llevo demasiado tiempo sentada así.

Ya me he acabado el café. Lo que decía. Insípido. Frío.

Llevo un rato intentando desatarme. Y nada.

No estoy segura de saber hacerlo.

La pared de al lado habla de ti.

Recuerdo este lugar la última vez.

Enfrente de mí. Justo ahí.

Es el único que no habla.

Que no dice nada porque no-tiene-nada-que-decir.

Sólo recuerda un roce. Me dice que no lo entendió.

Y que también recuerda un acercamiento. Que sí entendió.

Me habla de mí. Sólo de mí.

Me cuenta que este lugar guarda mi rabia.

Pero que también guarda algo que pesa más que mi rabia.

Y cree que es hora de que me deshaga de ello.

Que no es malo.. más bien todo lo contrario.

Pero que su lugar no está aquí. Y tampoco está en ti.

Está dentro de mí y por eso tengo que guardarlo.

Encerrarlo. Y cuidarlo.

Y dejarlo salir cuando esté preparada.

Cuando esté preparado.

No. Su lugar no está en este sitio.

Ni en ninguno de los sitios en los que te intuyo tantas veces.

Te tengo que dejar. Vienen a acompañarme...

martes, 27 de diciembre de 2011

Estos días me pregunto..

Ya sabes.. esas cosas tontas.
Como dónde estarás, y si serás feliz.
Si seguirás regalándote como si no valieras lo que vales..

En qué piensas cuando te vas a dormir.
Y si piensas en lo mismo cuando te levantas.

Si sigues poniendo sonrisas en caras que no te importan..
Si sigue importándote. Si algún día lo hizo.

Si has pensado ya en deshacerte de tu traje de estupidez y enseñar tus cicatrices.

Si pasas por esa parada en la que nos congelamos un día, después de que me regalaras música.

Si te acuerdas de cómo nos derretiste.
Si te acuerdas de dormir. Sólo dormir.

Si frecuentas esos lugares en los que nos miramos tantos ratos.. y tanto rato.

Si todo lo que te trae a mi mente, me lleva a mí a la tuya.

También me pregunto por qué el daño. Por qué ahora. Por qué a mí..

..y por qué no yo.

miércoles, 13 de julio de 2011

No lo pedía. Juro que no lo pedía.

No es justo. No es justo eso de... abrir una puerta, hacer amago de entrar, y cerrarla de golpe.
Pegar el portazo. Como siempre. Lo de siempre.

Pillándome los dedos, y los nudos y las entrañas.

¿Para qué? Es todo lo que quiero saber..

domingo, 19 de junio de 2011

Vuelve.
No, no te estoy pidiendo nada.
Vuelve la sensación.
Suman casi noventa ya. Como mis razones.

Las cosquillas en la garganta siguen convirtiéndose en agua para mis ojos.
Te confesaría que no ha cambiado nada desde aquél martes, pero sí lo ha hecho.
Han menguado la confianza, el orgullo y la sonrisa.
Han caído mis muros y mis barreras.

¿Lo peor? Que sabes. Conoces. Y recoges el rastro, y lo utilizas.
Y te da igual dejarlo todo perdido a tu paso.
Porque es otro independiente del mío.

Y mientras mis piedras no caigan sobre tu senda cuando pase cerca, todo bien.
Ahora, tú siempre podrás hacer uso de esa sonrisa ebria que te hace invadir la mía.

Sólo espero que el día que algún tren arrolle tu armadura, yo esté ahí, observando desde la distancia.

domingo, 3 de abril de 2011

030420111921


And that’s it. You’re officially broken.

You still go to bed every night with that feeling of blame.

Like if you had something to be blamed for.

Then you wake up every morning with that same feeling.

And you spend all day holding your tears.

And pretending in front of everyone, and laughing when they ask you if there’s something wrong.

It’s ironic. You know it hasn’t been your fault. You’re sure and confident with yourself because you know you did everything that was on your hands.

But you still have that mess twisting inside your stomach.

And you are still startled when you notice him around. Even if he’s not near.

He’s never really been.

And.. you know what? No matter if he took you for granted, or if he made you cry, or if he ever did something that made you feel bad.

It seems that your mind only saves the good memories.

Like when you used to slide your fingers across his hair.

Or when you thought you could spend years smelling him.

The ones we miss.

jueves, 31 de marzo de 2011



Y de repente somos extraños.
Y me toca destrenzar imágenes, pasos, manos.

Dos fueron suficientes. Y dos ni siquiera fueron suficientes.

No sé reaccionar.
Me bloqueo, me empaño y después exploto en mil colores.
Y en sal.

He visualizado y retratado el momento de volver a verte.
Todo esto sabiendo que no quiero volverte a ver.

Te tengo aquí en el pecho, en la garganta y en las pupilas.
Y odio cuando las lágrimas bajan a la velocidad de la luz
y se hielan en mi cuello.
...somos extraños, iba diciendo.

Yo tampoco pensé que esto sería así.
Pero está claro que pensé que sería de otra forma.
Con otro olor, y con otro color.

Extraños.




jueves, 24 de marzo de 2011



¿Y qué más? Sé que no éramos, y sé que no somos.
No negaré que has llegado a erizar hasta el último pelo de mi cuerpo.
No negaré que me movías, y que lo sigues haciendo.

Se me ha caído el reloj.
Y las ganas. Pero esas se recogen rápido. Solas. Porque son tan tontas como yo, y se alimentan a sí mismas.
Has ido a acercarte sin darte cuenta. Y has retrocedido.
¿Tanto cuesta hacerlo delante de una pupila dilatada?
Supongo que sé la respuesta. Y no la mía, precisamente.

No ha habido promesas. De ningún tipo.
Ni compromisos disfrazados.
No me ha dado tiempo a caer por completo, y sin embargo, ya estoy obligada a levantarme.

¿Sabes? Me jode porque esta vez no sólo avanzaba algo a mi alrededor.
Avanzaba yo. En mi cabeza y en mis muebles de dentro.

Y por eso quema. Por eso quema más.