viernes, 30 de enero de 2009




Puede ser que yo no escriba hoy aquí.
Y lo hagan mis ganas de romper paredes con mis puños hasta que mis huesos se quiebren.

Muchas veces nos preguntamos por qué juegan con nosotros.
Tiran el dado y ¡oh vaya! te tocó.

La decepción no es sólo un sentimiento.
Lo que pueden llegar a hacer 9 letras.

"A veces pueden más las ganas que el dolor."

Toma ahí.

En el clavo.

Si te soy sincera, tanto no me duele.
Es lo que tiene.

Como si te pasas tres horas agitando una lata de coca-cola y la abres de la misma.

Pues con esto lo mismo.

Yo me niego a ser lata, y menos coca-cola.


Si acaso la chapa que hace que tú te pongas perdido.

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