domingo, 25 de enero de 2009

¿Y dónde quedo yo?


Presumiblemente, hay dos opciones.

La primera: quedarme quieta, casi como hasta ahora...
La segunda: retorcerme hasta poner todo patas arriba.

Bien.
Retorcerme nunca me gustó demasiado. Pero pegarle un puñetazo brutal a los problemas que ahora mismo me rondan y no-me-dejan-respirar... suena bastante bien.

Hasta cierto punto.

Conozco ciertas personas retorcidas, y propensas a ello. Y... qué decir.
Han acabado dejándole la cara como un cromo a quien menos se lo merecía.

Personalmente, paso de que mi puño se desmadre y acabe rompiendo mucho más que muros que me molestan y paredes que no deberían plantarse frente a una.

Supongo que quedo ahí.
Entre una postura y otra.

Entre las mil bolitas que forman ese chicle gigante que rueda y rueda acaparando muchas más.
Entre la verde y la azul.
Entre la rosa y la amarilla...
...entre todas.

Quien me conozca sabe de sobra una cosa.


Nunca sabré decantarme entre opciones completamente opuestas.

3 comentarios:

  1. el miedo compartido.. ^^

    y si, nunca sabras decantarte entre opciones opuestas.. pero algo haras, porke el estar en el medio... pero bueno, espero ke "amases" las opciones bien antes de meter en el horno la correcta.

    que se que lo harás.

    :)


    ah, y se te kiere spacewoman.

    ResponderEliminar
  2. Así que space woman...

    Bien, bien...

    Y con respecto a tu "llamada" en mi blog, te diré una cosa:

    Las imágenes borrosas han de estar en la papelera-de-reciclaje.

    ResponderEliminar